En el siguiente ejemplo, Marta es madre soltera de una chica de 17 años. Siempre ha vivido con su madre en el piso de la Eixample de Barcelona que siempre fue de sus padres.
Marta tiene una hermana, Montse, que vive en Madrid con su marido y un hermano, Jordi, que hace años que se fue a vivir a Mallorca, allí se casó y formó familia.
La relación entre los tres hermanos nunca fue demasiado estrecha, y las pocas veces que han hablado Marta les ha reprochado a sus hermanos que ella es quien tiene que cuidar a su madre, que ya está mayor, mientras que Montse y Jordi nunca vienen a Barcelona a visitarlas y parece que les viene justo hacerles una llamada en navidad.
Por su lado Montse y Jordi critican a Marta por estar viviendo gratis en casa de la mama, sin pagar nada.
Los problemas realmente comienzan el año pasado cuando la madre fallece y deja en testamento, el único bien que tenía, el piso heredado en el Eixample de Barcelona a sus tres hijos, Marta, Montse y Jordi por partes iguales.
No pasaron muchos días después de la muerte de su madre, hasta que fueron los tres hermanos al notario a firmar la aceptación de herencia y poner así a su nombre el piso heredado.
A los pocos días Montse llamó por teléfono a Marta para decirle que habría que poner el piso heredado a la venta y repartir el dinero entre los tres.
Que ya había hablado con la inmobiliaria Vendo Inmueble y que les ofrecían 300.000€ por el piso, 100.000€ para cada uno.
Marta se negó rotundamente, es el piso donde ha vivido toda la vida, donde vio morir a su madre y dónde ha criado su hija.
No piensa marcharse del piso heredado.
Entonces Montse le dijo a Marta que la otra opción era que les comprara las partes indivisas del piso que habían heredado, y que por ser ella no le cobrarían el precio de mercado, Montse con 80.000€ se conformaba y Jordi seguramente que también.
Pero Marta en este momento no tiene trabajo, lleva meses cobrando la Ayuda estatal y no tiene 160.000€ para comprar la parte del piso a sus hermanos.
Así que Marta decide continuar viviendo en el piso heredado y dejar de pagar los gastos de la Comunidad y del IBI, de manera que les llega a Montse y a Jordi un monitorio de la Comunidad de vecino y un embargo del Ayuntamiento.
Montse contactó con nuestro Abogado civil para que le ayudáramos a encontrar una solución a la situación del piso heredado.
Le explicamos que en estos casos hay que elegir entre dos opciones, presentar una demanda judicial de división de cosa común contra Marta o vender su parte indivisa del piso a un tercero.
Como Montse quería poner fin definitivamente a la situación lo antes posible, se decantó por la segunda opción.
En menos de una semana le encontramos un comprador para su parte del piso, Montse cobró su parte de la herencia y puso fin al problema para siempre.